Geografía física
Esta isla se encuentra en el centro del mar Mediterráneo occidental, entre Córcega al norte de la que la separa el estrecho de Bonifacio, la península italiana al este, Túnez al sur, y las islas Baleares al oeste. Ocupa una superficie de 24 090 km², un área similar a la de la Comunidad Valenciana.
La isla tiene una geoformación antigua y, a diferencia de Sicilia y la Italia continental, no tiene riesgo sísmico. Sus rocas datan del Paleozoico (hasta 500 millones de años de antigüedad). Debido a los largos procesos de erosión las tierras altas de la isla, están formadas de granito, esquisto, traquita, basalto (llamados jarras o gollei), arenisca y caliza dolomítica (llamados tonneri), media entre 300 a 1000 metros.
Más del 80% del territorio está conformado por montañas o colinas; el 67,9% son colinas y altiplanos rocosos, algunos de los cuales, muy característicos, son llamados giare o gollei; las montañas son el 13,6% y están formadas de rocas antiquísimas niveladas por un lento y continuo proceso de erosión. La cima más elevada de estas montañas es Punta La Mármora (1834 msnm), en el macizo de los Gennargentu, que están en la parte oriental de la isla. Al norte y noreste se encuentran los monte Limbara (1362 m), Lerno (1093 m), Rasu (1269 m) y Albo (1057 m), macizo calcáreo cuya máxima altura está formada por dos cimas: punta Catirina y punta Turuddò, las dos de 1127 m. Al oeste, en la comarca de Montiferru, existe un macizo de origen volcánico con el mismo nombre cuya máxima elevación es el monte Urtigu (1050 m). En la Cerdeña meridional se encuentran los montes del Sulcis, cuya cima más elevada es Monte Is Caravius (1116 m), y el Monte Linas (1236 m) en el suroeste, cuya cima más alta, Punta Perda de sa Mesa (1236 m) es la más alta del sur de la isla. La llanura de Campidano, en la mitad meridional, es la más extensa de toda la isla.
Los ríos son de régimen de estiaje y los más importantes son: el Tirso de 151 km de largo, que fluye al mar de Cerdeña, luego está el Coghinas (115 km) y después el Flumendosa (127 km). Hay 54 lagos artificiales formados por presas que proporcionan agua y electricidad. El único lago natural de agua dulce es el de Baratz, al norte de Alguer. En la costa hay una serie de lagunas salobres grandes y poco profundas. También destaca la Cascada de Sa Spendula uno de los símbolos geológicos de Cerdeña.
Las costas de Cerdeña (1849 km de largo) son, en general, altas y rocosas con franjas largas, relativamente rectas de litoral, con muchos cabos y unas pocas bahías, anchas y profundas, además de unas cuantas rías. Entre los golfos más destacados figuran Asinara al norte, Orosei al este, Cagliari al sur, y Oristano al oeste. Hay muchos islotes y varias islas menores frente a la costa, pudiendo mencionarse entre ellas: Asinara, San Pietro, Sant’Antioco, Tavolara y el archipiélago de la Magdalena con Caprera.
En la isla predomina el clima mediterráneo, aunque en algunas zonas internas es más severo. Durante el año hay aproximadamente 300 días de sol. A lo largo de la zona costera, donde reside gran parte de la población, los inviernos son suaves, gracias a la presencia del mar, con raras nevadas y los veranos calurosos y secos. En el interior de la isla, la baja humedad y la fuerte ventolera permite soportar fácilmente las elevadas temperaturas veraniegas, capaces de alcanzar normalmente los 35-40 °C. En las zonas más próximas a la costa raramente se alcanzan dichas temperaturas, pero se observa una humedad mucho más elevada, si bien la presencia del viento hace más soportable el bochorno. En las zonas internas el clima es más rígido. Sobre los montes del Gennargentu en los meses de invierno nieva y la temperatura desciende bajo cero. En verano el clima es fresco, sobre todo durante las horas nocturnas y raramente caluroso durante días consecutivos.
Es una isla muy árida, con unos 700 mm al año, bajando a menos de 500 mm al año en la zona meridional; en el cabo Carbonara se ha registrado el valor mínimo absoluto tanto de la región como del todo el territorio nacional italiano con una media de 266 mm anuales. En las áreas internas de la mayor parte de la isla la precipitación media es de 500-800 mm y en las proximidades de los principales relieves montañosos, se registran los valores pluviométricos mayores de toda la región que puede también superar los 1000 mm anuales. La lluvia se concentra en el invierno y el otoño, con algunas lluvias torrenciales en la primavera y nevadas en las tierras altas.
La isla es muy ventosa, predominando el mistral, que procede del noroeste a lo largo del año, aunque sobre todo sopla en el invierno y la primavera. Puede ser bastante fuerte, pero normalmente es seco y fresco. También se encuentra con cierta frecuencia el siroco. Estos vientos han favorecido la implantación de algunas plantas eólicas sobre las crestas de algunos relieves y en algunas plantas industriales (Macchiareddu y Fiume Santo).