Economía
El Valle de Aosta permaneció agrícola y pastoral hasta la construcción de las presas que aprovechaban el potencial de energía hidroeléctrica y atrajeron a la industria siderúrgica a la región. La agricultura se ha especializado progresivamente, conservando sólo un interés marginal en los cereales, las patatas y la fruta.
Vinos de calidad alta, y subiendo, se producen en pequeñas cantidades. Todos tienen la denominación de origen controlada (DOC). Entre los recursos principales de la región están el ganado vacuno cuya leche se usa para fabricar queso. Las cosechas de pasto alimentan los rebaños de las industrias lácteas de la región, alrededor de 40.000 cabezas de ganado en 2000, que pastan en los altos Alpes en el verano. Los quesos de la región son famosos por toda Italia. Virtualmente no hay otra forma de ganado en la región.
También se explota la riqueza forestal, así como las minas (hierro, carbón, cobre, amianto) y las industrias siderúrgicas, hidroeléctricas y textiles.
La artesanía también es importante (muebles y bordados) pero el recurso principal es el turismo, tanto veraniego como invernal, con sus famosas y bien equipadas estaciones de esquí. Es uno de los puntos fuertes de la economía de la región. La belleza natural del valle, su tranquilo ambiente en verano y la nieve en invierno han permitido el desarrollo de una floreciente industria turística y especialmente la relacionada con los deportes de invierno, principalmente en Courmayeur y Cervinia.
La parte superior del Valle de Aosta es el punto de partida meridional tradicional para los senderos, luego carreteras, que partían de aquí para pasar los Alpes. La carretera a través del paso del Gran San Bernardo (o actualmente el túnel del Gran San Bernardo) lleva a Martigny, Valais, y la que pasa por el Pequeño San Bernardo a Bourg-Saint-Maurice, Saboya. Hoy Aosta se comunica con Chamonix en Francia a través del Túnel de Mont Blanc, un túnel de carretera en la Ruta europea E25 que pasa por debajo de los Alpes.